En casa las compras se realizan sin distinguir sexos entre los que comandan el changuito. Con la Vasca pasamos juntos o por separado por un almacén o supermercado, y aprovisionamos las alacenas. Con bemoles, por supuesto. Bemoles de gusto, o de situación financiera que indica el almanaque en nuestros asalariados bolsillos. Pero más o menos compramos lo mismo, de la misma forma.
Es por ese comportamiento gratamente asexuado de mi familia normal y cualunque que me sorprende la postura del aparato publicitario de la sociedad argentina. Las propagandas de jabón en polvo son un ejemplo.
Si yo, que soy varoncito hecho y derecho, que hago pis de parado levantando la tabla del inodoro y que tengo inscripto mi sexo en el DNI, que compro al igual que cualquier señora en el súper, tendría que tener una publicidad orientada de acuerdo a lo que soy, no es cierto? Y lo que soy es alguien que compra. Punto. Pero no. En la tele tengo que ver, dentro d ela línea "jabón en polvo" a la propaganda del yeti burbujero, la publicidad en donde el cantor melódico almibaradamente seduce a la señora mientras cuelga los calzones en la soga, o la propaganda de la madre que reclama lo roñosa que es la novia del nene porque no se lava los corpiños con el jabón que los deja más blanquitos.
Como soy un jodido importante, y veo cosas y relaciones en casi todo, y lo charlo una vez por semana con mi analista, y ella me recomienda descargarme acá, también reflexiono lo siguiente....más allá del reflejo de vómito que me produce, analicemos. El neanderthal que diseña campañas publicitarias de jabón no sólo arma propagandas que a mi gusto son una reverenda cagada. Sino que encima las arma todas para mujeres. Y para colmo, las trata de estúpidas!
Es necesario tratar al público que consume televisor como si fuera idiota, poniéndole frente a las narices no sólo propagandas que son una falta total y absoluta de creatividad, sino que además son un insulto a la más lisa y llana inteligencia?
Lo curioso, sorete y retrógrado en grado sumo de todo esto es que, además, en el fondo las propagandas no sólo nos tratan de tarados, sino que estereotipan a la mujer como un ser descerebrado, cuyo lugar únicamente está limitado a la cocina, al lavarropas y a todos los electrodomésticos que se te ocurra meter en una "casaclasemediaargenta".
El rol de la mujer en la sociedad alemana del siglo XIX era KKK. No Ku Klux KLan, nabo. Sino Kinder (chicos) Kuchen (cocina) Kirche (Iglesia). A eso estaba sujeta, y condenada, la mujer germana. En casi dos siglos la sinapsis neuronal de los publicistas sigue enfocando a lo mismo. Unos capos, no? Y medios fachos, de paso.
Como varón que hace las compras sin que se le caigan las medias, y que lava los platos en su casa como corresponde, me dan vergüenza ajena las agencias de publicidad y los marmotas empresarios que compran estas campaás pensando en vender más y mejor.
A ver si se rebelan un poco, señoras. En esta era tanto maltrato desde la caja boba no lo merecen en absoluto. Es hora de hacer algo.
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